Materiales con historia
Entre 2019 y 2020 el Instituto Nacional de Antropología e Historia localizó seis pirámides mayas que habían permanecido ocultas durante siglos. Como es lógico, los responsables del proyecto han llevado a cabo rigurosos procesos de datación, clasificación y documentación, pero ¿te imaginas que, solo con acercar el celular a una piedra, pudieran conocer su composición exacta, su procedencia, quién participó en la construcción y cuándo habría que sustituir alguno de los componentes?
Esta es la idea que hay detrás del pasaporte digital de materiales, una iniciativa que permite documentar los elementos utilizados en una construcción para optimizar su vida útil y reciclarlos adecuadamente.
A esta viga le quedan 97 años y dos meses para jubilarse
El pasaporte digital nos ofrece información sobre el pasado y el futuro de cualquier material. Por ejemplo, podemos saber cuándo ha llegado el momento de reemplazar una viga y cuál es la mejor forma de reciclarla. Es más, el pasaporte permite clasificar cada componente en la categoría de material técnico o nutriente. ¿Y esto qué quiere decir? En el caso del material técnico, el pasaporte garantiza que puede ser reutilizado en nuevas construcciones, prolongando su vida útil. En el caso del material nutriente, la pieza puede regresar a la naturaleza y empezar un nuevo ciclo.
Esta información cambia el enfoque tradicional respecto a los residuos. Como indica el químico alemán Michael Braungart, el problema con los residuos generados es que, incluso cuando algunas ciudades plantean el ambicioso objetivo de 0 residuos, se está pensando en desechos, cuando tendríamos que empezar a pensar en nutrientes. Por tanto, desde esta nueva perspectiva ya no se trata de reducir nuestro impacto en la naturaleza, sino de conseguir que nuestra huella ecológica sea positiva para el planeta.
Vida después de la vida
El pasaporte digital ya está presente en varios proyectos por todo el mundo. Por ejemplo, en la construcción de la sede de uno de los principales bancos de Países Bajos se ha utilizado el pasaporte de materiales que garantiza la sostenibilidad de cada componente. De hecho, muchas de las piezas están fabricadas a partir de plástico reciclado. Además, el edificio puede desmontarse y reconstruirse en cualquier otro lugar. Otro ejemplo. El hotel Svart, que abrirá sus puertas en 2022 en Noruega, puede certificar que su construcción se ha generado con el uso de productos locales. A unos 6.500 kilómetros más al este, en China, está prevista la construcción de miles de viviendas sostenibles. El pasaporte certifica que los materiales utilizados son respetuosos con el medio ambiente, no contienen productos químicos nocivos y pueden reutilizarse en futuras edificaciones. En Aston también hemos empezado a aplicar algunos conceptos de materiales locales preferentes y reciclables, además de buscar que nuestros nuevos complejos sean autosuficientes en términos de energía y de agua.
Estamos seguros de que el pasaporte digital es un gran aliado en la construcción de edificios eficientes y sostenibles que no solo minimizan la huella ambiental, sino que tendrán un impacto positivo en su entorno. Por no hablar de las ventajas que supondrá para los arqueólogos del futuro.