15 minutos después…
El tiempo o, para ser más exactos, la falta de tiempo es un problema en la actualidad. Un ligero imprevisto puede alterar los planes y convertir un día cualquiera en una carrera contrarreloj. Es lo que pasa cuando tienes la oficina a treinta minutos de casa, el colegio de los niños a veinte minutos del trabajo o la escuela de inglés a veinticinco minutos del gimnasio. Eso sin tener en cuenta las horas pico de tráfico algún viernes de locos.
Cada día perdemos tiempo precioso desplazándonos de aquí para allá. Lo hemos asumido como algo inevitable, pero ¿y si pudiéramos llegar a cualquier lugar a pie desde casa en menos de quince minutos? No, no hablamos de supervelocidad, sino de la ciudad de los quince minutos.
Cada segundo cuenta
La ciudad de los quince minutos es un proyecto del urbanista Carlos Moreno. La propuesta plantea una organización urbana basada en barrios autosuficientes. Esta redistribución permitiría acceder en tiempo récord a la mayoría de servicios esenciales sin necesidad de usar el coche ni el transporte público. Sí, seguirás animando a tu equipo en su estadio de siempre y tu restaurante favorito estará ubicado en ese rinconcito que tanto te gusta, pero la idea es pasar menos tiempo al volante, reducir tráfico y emisiones y ganar espacio público.
Orgullo de barrio
Dice una conocida cita que tú puedes salir del barrio, pero el barrio nunca puede salir de ti. En la ciudad de los quince minutos no hace falta que salgas si no lo deseas, porque tienes todo lo que necesitas a tu alcance: trabajo, educación, salud, ocio, cultura o deporte. Además, ayuda a activar la economía de los comercios de la zona. Otra de sus ventajas es que impulsa la modernización de las áreas que tradicionalmente han contado con una menor inversión en infraestructura y servicios públicos, por lo que con el tiempo se alcanzará el equilibrio entre barrios.
Hola, vecinos
Por cierto, ¿cuánto hace que no le pides sal al vecino del tercero? El ritmo frenético de la ciudad provoca que apenas interactuemos con los de la puerta de al lado. Pasar más tiempo con la gente del barrio refuerza los vínculos personales y podrás pedirle a un vecino que te riegue las plantas cuando estás de viaje. Según la Organización de las Naciones Unidas tendrás donde elegir, porque en 2030 el sesenta por ciento de la población vivirá en zonas urbanas. Por eso, es lógico que empecemos a diseñar ciudades adaptadas a las personas y no al contrario. En Aston sabemos que los próximos años serán apasionantes y ya estamos colaborando en varios proyectos de sostenibilidad y diseño urbano que transformarán las ciudades y la calidad de vida de las personas.
La ciudad de los quince minutos es una propuesta a tener en cuenta. Si funciona, podría regalarles cientos de horas a los ciudadanos para que las utilicen como prefieran. ¿El único inconveniente? La gente que suele llegar tarde a los sitios tendrá que buscar mejores excusas.